Cuando vi los zapatos con “taco” de Nicolás Sarkozy el presidente de Francia, lo primero que se me vino a la cabeza fue, “quiero unos para mi novio” que por cierto, es de la misma altura que yo, y esto me impide muchas veces ponerme zapatos de tacos altos, pues no lo quiero sobrepasar. Luego ya meditándola más profundamente, pensé porque no puede ser más pequeño que su esposa, porque el que Nicolás Sarkozy sea más pequeño que su mujer (quien debe medir como un metro setenta) está mal.
Es difícil entender que una sociedad que brega por las mostrar las diferencias, que es plural, que se empeña en gritar a los cuatros vientos que es necesario que seamos diferentes, que valen los contrastes, una persona quien es el primer mandatario de un país se preocupe por semejante superficialismo. Como si medir medio centímetro más y el hecho de prácticamente obligar a su mujer a usar zapatos sin tacos los hiciera más atractivos. Estas son cosas que están pasadas de moda, como el machismo, por ejemplo.
Creo que si fueron modernos, actuales y contemporáneos podría tranquilamente ser el más bajito que ella, y ella podría seguir trabajando de lo que hacía antes de conocerlo, no tiene porque dejar de trabajar por ser la mujer de un presidente, de un rey un príncipe o un empleado.
Esa sería una pareja actual.
Angi
Es difícil entender que una sociedad que brega por las mostrar las diferencias, que es plural, que se empeña en gritar a los cuatros vientos que es necesario que seamos diferentes, que valen los contrastes, una persona quien es el primer mandatario de un país se preocupe por semejante superficialismo. Como si medir medio centímetro más y el hecho de prácticamente obligar a su mujer a usar zapatos sin tacos los hiciera más atractivos. Estas son cosas que están pasadas de moda, como el machismo, por ejemplo.
Creo que si fueron modernos, actuales y contemporáneos podría tranquilamente ser el más bajito que ella, y ella podría seguir trabajando de lo que hacía antes de conocerlo, no tiene porque dejar de trabajar por ser la mujer de un presidente, de un rey un príncipe o un empleado.
Esa sería una pareja actual.
Angi
1 comentario:
Continuando con el punto de vista de lo superficiales que podemos ser la gran mayoria de nosotros y sobre todo los argentinos; a veces me pongo a pensar en la cantidad de cosas que hacemos para tapar lo que verdaderamente somos; como cuando se hizo en Córdoba la cumbre de los presidentes y mandaron a "arreglar" las calles de los alrededores del patio olmos para hacerles creer al resto que vivimos en una ciudad limpia y con calles transitables!
hay que tratar de mirar para adentro y empezar desde lo mas simple a lo mas profundo para poder modificar todo lo que esta mal. Todavía no sabemos caminar y ya queremos empezar a correr...
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